viernes, 19 de junio de 2009

COMO AFECTA EL MALTRATO EN EL AULA
Las dificultades emocionales y de la conducta en los escolares constituyen un serio y difícil problema tanto para la educación y la salud mental de los estudiantes como para los padres cuyos hijos no logran en la escuela un rendimiento acorde con sus esfuerzos y expectativas. La mayoría de los alumnos que presentan dificultades emocionales y conductuales poseen alteraciones en su desarrollo cognitivo, psicomotor o emocional, sin que –en general– puedan ser asignados a categorías diagnósticas específicas tales como retardo mental, síndrome de déficit atencional o trastornos específicos del aprendizaje.
Es necesario estudiar los efectos que tienen las diferentes formas de maltratos físicos y psicológicos con relación al aprendizaje en niños/as del Nivel Básico para señalar medidas que eliminen y controlen las limitantes en el aprendizaje de éstos niños.
Debido al incremento en el déficit en el aprendizaje y el poco interés que presentan los niños/as en el aprendizaje, es necesario conocer las variables de estos maltratos y sus efectos en niños/as de edad escolar.
Esta investigación es conveniente desde el punto de vista psicológico y social, porque contribuirá al mejoramiento del aprendizaje en estos niños/as, atendiendo a las necesidades específicas de éstos.
Para la universidad esta investigación servirá como referencia para estudios posteriores.
El informe final que se presenta lleva como título: Incidencia del Maltrato Físico y Psicológico en el Rendimiento Escolar en Niños/as del 1er Ciclo del Nivel Básico, en el Centro Educativo Villa Ortega, Hato Mayor del Rey. Distrito 05-04. El maltrato a los niños es un problema universal que ha existido desde tiempos remotos, sin embargo es en el siglo XX con la declaración de los derechos del niño (O.N.U. 1959), cuando se le considera como un delito y un problema de profundas repercusiones psicológicas, sociales, éticas, legales y médicas. La investigación norteamericana sitúa el comienzo de la sensibilización mundial cuando investigadores como Kempe, Silverman, Steele, y otros, en 1962 etiquetaron el llamado Síndrome del niño maltratado.
La necesidad de este informe se basa en la frecuencia con que los niños manifiestan deficiencias de aprendizajes y conductas tales como: agresividad, apatía e intolerancia, entre otras que sirven como indicadores de maltrato infantil; los centros educativos no están ajenos a esta problemática, ya que los docentes después de los padres, son los que mantienen mayor contacto con los niños/as que estudian en los diferentes centros educativos.
Se considera importante el tema, ya que es necesario estudiar los efectos que tienen las diferentes formas de maltratos físicos y psicológicos con relación al aprendizaje en niños/as del Nivel Básico para señalar medidas que eliminen y controlen las limitantes en el aprendizaje de éstos niños. Debido al incremento en el déficit en el aprendizaje y el poco interés que presentan los niños/as en el aprendizaje, es necesario conocer las variables de estos maltratos y sus efectos en niños/as de edad escolar.
El comportamiento de los niños maltratados ofrece muchos indicios que delatan su situación. La mayoría de esos indicios son no específicos, porque la conducta puede atribuirse a diversos factores.
Sin embargo, siempre que aparezcan los comportamientos que señalamos a continuación, es conveniente agudizar la observación y considerar el maltrato y maltrato entre sus posibles causas:
• Las ausencias reiteradas a clase.
• El bajo rendimiento escalar y las dificultades de concentración.
• La depresión constante y/o la presencia de conductas autoagresivas o ideas suicidas.
• La docilidad excesiva y la actitud evasiva y/o defensiva frente a los adultos.
• La búsqueda intensa de expresiones afectuosas por parte de los adultos, especialmente cuando se trata de niños pequeños.
• Las actitudes o juegos sexualizados persistentes e inadecuadas para la edad.
Independientemente de las secuelas físicas que desencadena directamente la agresión producida por el maltrato físico o sexual, todos los tipos de maltrato infantil dan lugar a trastornos conductuales, emocionales y sociales. La importancia, severidad y cronicidad de estas secuelas depende de:
• Intensidad y frecuencia del maltrato.
• Características del niño (edad, sexo, susceptibilidad, temperamento, habilidades sociales, etc).
• El uso o no de la violencia física.
• Relación del niño con el agresor.
• Apoyo intrafamiliar a la víctima infantil.
• Acceso y competencia de los servicios de ayuda médica, psicológica y social.
En los primeros momentos del desarrollo evolutivo se observan repercusiones negativas en las capacidades relacionales de apego y en la autoestima del niño. Así como pesadillas y problemas del sueño, cambios de hábitos de comida, pérdidas del control de esfínteres, deficiencias psicomotoras, trastornos psicosomáticos.
En escolares y adolescentes encontramos: fugas del hogar, conductas autolesivas, hiperactividad o aislamiento, bajo rendimiento académico, deficiencias intelectuales, fracaso escolar, trastorno disociativo de identidad, delincuencia juvenil, consumo de drogas y alcohol, miedo generalizado, depresión, rechazo al propio cuerpo, culpa y vergüenza, agresividad, problemas de relación interpersonal.
"Diversos estudios señalan que el maltrato continúa de una generación a la siguiente. De forma que un niño maltratado tiene alto riesgo de ser perpetuador de maltrato en la etapa adulta".
Desarrollo de la conducta agresiva. La agresión se define como el comportamiento tendiente a perjudicar o lastimar a otra persona.
Cambio de la agresión relacionado con la edad. Se observan diferencias caras en la forma y en la frecuencia de la agresión del niño.
Este tipo de agresión física es más común en los niños más pequeños, por ser limitadas sus habilidades verbales y sociales. En general, intenta obtener un objeto que sea, lo lastimar ni dañar a otra persona. Se da el nombre e agresión instrumental a esa conducta o a la protección del espacio de juego. Se le llama agresión hostil ni quiere lastimar o dañar a alguien.
Con la edad, la agresión instrumental disminuye y aumenta la agresión hostil. Los teóricos explican la transición de un tipo de agresión a otro atribuyéndola, en parte, a la capacidad de los niños mayores para deducir las intenciones o motivos de la gente.
Junto con la transición evolutiva de la agresión instrumentos de la hostil, se dan cambios importantes en la manera de expresar la agresión en diferentes edades. Los niños de corta edad con limitadas habilidades verbales acostumbran resolver sus disputas mediante la agresión física: en cambio, los de mayor edad prefieren utilizar formas verbales de agresión.
1.6 El Maltrato Infantil y el Rendimiento Escolar
El rendimiento escolar se define como el nivel de conocimiento de un alumno medido en una prueba de evaluación. En el R.A. intervienen además del nivel intelectual, variables de personalidad (extroversión, introversión, ansiedad) y motivacionales, cuya relación con el R.A. no siempre es lineal, sino que esta modulada por factores como nivel de escolaridad, sexo, aptitud. (Cortez Bohigas, Ma del Mar. Diccionario de las Ciencias de La Educación.)
Este nivel de comprensión se mide expresado en una nota numérica que obtiene un alumno como resultado de una evaluación que mide el producto del proceso enseñanza aprendizaje en el que participa (Oscar Retana Bonilla)
El rendimiento escolar es alcanzar la máxima eficiencia en el nivel educativo donde el alumno puede demostrar sus capacidades cognitivas, conceptuales, aptitudinales, procedimentales.
Se diagnostica trastorno del aprendizaje cuando el rendimiento académico del individuo ya sea en lectura, calculo o expresión escrita es sustancialmente inferior al esperado por edad, escolarización y nivel de inteligencia, los problemas de aprendizaje interfieren significativamente en el rendimiento o las actividades de la vida cotidiana que requieren lectura, calculo o escritura; de aquí que relacionamos como afectan el maltrato ya sea físico o psicológico en la vida escolar del niño o niña en su proceso de adquisición de conocimientos.
En el apartado del trastorno del aprendizaje incluye trastornos de la lectura, del cálculo, de la expresión escrita y del aprendizaje no especificado. En el ámbito de la psicopatología infantil existen bases empíricas para establecer dos amplias categorías o características en los niños y adolescentes (Jenkinns y Oatley 1998: Mahoney 1997)
subcategorías dentro de cada uno de estos trastornos.
Retraso mental: Este trastorno se caracteriza por una capacidad intelectual significativamente por debajo del promedio (un CI de aproximadamente 70 o inferior, con una edad de inicio anterior a los 18 años y déficit o insuficiencias concurrentes en la actividad adaptativa).
Trastornos del aprendizaje: estos trastornos se caracterizan por un rendimiento académico sustancialmente por debajo de lo esperado dadas la edad cronológica del sujeto, la medición de su inteligencia y una enseñanza apropiada a su edad.
Trastorno de las habilidades motoras: incluye el trastorno del desarrollo de la coordinación, caracterizada por una coordinación motora que se sitúa circunstancialmente por debajo de lo esperado dadas las edades cronológicas del sujeto y la medición de la inteligencia.
Trastorno de la comunicación: estos trastornos se caracterizan por deficiencia del habla o el lenguaje.
Trastorno generalizados del desarrollo: estos trastornos se caracterizan por déficit graves y alteraciones generalizadas en múltiples áreas del desarrollo. Se incluyen alteraciones de la interacción social, anomalías de la comunicación y la presencia de comportamientos, intereses y actividades esteriotipadas.
Trastorno por déficit de atención y comportamiento perturbador: este apartado incluye el trastorno por déficit de atención con hiperactividad que se caracteriza por síntomas manifiestos de desatención y/o de impulsividad-hiperactividad. Se presentan subtipos para especificar la presentación del síntoma predominante: tipo con predominio del déficit de atención, con predominio hiperactivo-impulsivo y tipo combinado. También se incluyen en este apartado: el trastorno disocial se caracterizan por un patrón de comportamiento que violan los derechos básicos de los demás o las principales normas o reglas sociales propias de la edad del sujeto; el trastorno negativista desafiante se caracteriza por un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante. Este aparto incluye dos categorías no especificas; trastornos con déficit de atención con hiperactividad no especificada y trastorno del comportamiento perturbador no especificado.
Trastornos de la ingestión y de la conducta alimentaría de la infancia y la niñez: estos se caracterizan por alteraciones persistentes de la conducta alimentaría y de la ingestión de alimentos.
Trastornos de Tics: estos se caracterizan por tics vocales y/o motores.
El trastorno de ansiedad: es uno de los síntomas más comunes de la tensión emocional. Cuando se habla de trastornos de ansiedad, es para referirse a trastornos psíquicos que implican niveles excesivos de emociones negativas tales como nerviosismo, tensión, preocupación, temor y ansiedad.
"Numerosos factores impiden el desarrollo de adecuadas relaciones sociales en los estudiantes con problemas de aprendizaje: déficit en el procesamiento de la información, inmadurez, distracción, hiperactividad, baja autoestima, dificultad para expresar los sentimientos, sumados al aislamiento y al rechazo que sufren tanto de sus compañeros de curso como de sus profesores por su bajo rendimiento. Generalmente este rechazo social ocurre en todos los años de enseñanza, lo que afecta sus relaciones interpersonales a lo largo de su vida".
"Generalmente de preescolar síntomas de maltrato muestran conductas agresivas, desobedientes, destructivas e impulsivas, están proclives a desarrollar estas conductas en la etapa escolar y están en alto riesgo de ser rechazados por sus compañeros, padres y problemas asociados como la deserción de la escuela".
Los factores de riesgo del estudiante incluyen déficit cognitivos, del lenguaje, atención frágil, escasas habilidades sociales, problemas emocionales y conductuales. Los factores de riesgo de la escuela se refieren a aquellas características, circunstancias específicas ligadas a los docentes y administrativos como los prejuicios y las bajas expectativas de rendimiento, la inhabilidad para modificar el currículo, la falta de recursos y la carencia de estrategias de enseñanza adecuadas, la estructura, el clima organizacional y los valores del sistema escolar. La conducta descriptiva que el estudiante presente puede variar considerablemente de acuerdo a la naturaleza del problema que lo afecte, al tamaño del curso, a la materia que se esté enseñando y al tipo de escuela.
1.6.1 Dificultades de Aprendizaje
"El aprendizaje es un cambio relativamente permanente en el comportamiento, que refleja una adquisición de comportamientos o habilidades a trabes de la experiencia y que puede incluir el estudio, el cual se ve afectado por un ambiente desfavorable".
Las dificultades de aprendizaje se clasifican en Problemas Generales de Aprendizaje y Trastornos Específicos de Aprendizaje.
Problemas generales de aprendizaje: Se manifiesta un retardo general de todo el proceso de aprendizaje, observándose lentitud, desinterés, deficiencia en la atención y concentración, afectando el rendimiento global. Estas características se presentan en niños con un desarrollo normal y con inmadurez en el área cognitiva o verbal, lo que provocaría una lentitud para aprender.
También es posible ver estas manifestaciones en niños con retardo mental, dificultades auditivas severas y alteración en la psicomotricidad.
Alumnos de Aprendizaje Lento. Son alumnos que presentan dificultades para seguir un ritmo de aprendizaje normal, por presentar problemas a nivel de memoria, junto con una menor capacidad de atención a estímulos verbales y de expresión, y dificultades para evocar y recuperar la información aprendida.
Estos alumnos no estarían en la categoría de retardo mental, ni tampoco presentarían un TEA, ni alteraciones en su desarrollo sensorial o afectivo. Este grupo está constituido por niños con un desarrollo más lento y con un ritmo crónico de aprendizaje más bajo que el resto de sus compañeros, Bravo 1994.
Caracterización educacional de los niños de Aprendizaje Lento. (Bravo, 1994)
1. Lentitud para procesar la información escolar y para seguir el ritmo de aprendizaje del resto de sus compañeros.
2. Inadecuación entre el nivel de desarrollo de sus estructuras cognitivas y el grado de complejidad de los contenidos escolares.
3. Baja motivación para aprender, acompañada de una baja autoestima.
4. Inadecuación entre sus habilidades psicolíngüísticas y el lenguaje utilizado por el profesor.
En cada etapa, el sistema viejo se hace parte del nuevo, tal como el entendimiento correcto del mundo de los niños se mueve parte de los datos originales que el pensamiento operacional formal.
Breve resumen de las teorías del desarrollo humano
Teorías Supuestos acerca de la naturaleza humana Procesos Áreas
Teorías del aprendizaje (skiner, Pavlov, Watson, Thorndike) La naturaleza humana no es buena ni mala; la gente simplemememnte reacciona y responde a su medio. Condicionamientos respondiente
Condicionamiento operante
Moldeamiento. Modificación conductual
Reacciones emocionales condicionadas.
Teorías cognoscitivas (Piaget, Bruner) Los seres humanos son nacionales, alertas, activos y competentes. No solo reciben información, sino que también la procesan. Asimilación y acomodación equilibrio.
Educación razonamiento moral.

La tradición psicoanalítica (fredu, Ericsson) Los seres humanos son criaturas impulsivas que tratan constantemente de redirigir o canalizar poderosas fuerzas inferiores. Desarrollo psicosexual
Identificación
Cumplimientos de taras del desarrollo. Estudio de la conducta humana, la personalidad y las relaciones interpersonales.
La psicología humanista y e las teorías del yo (Maslow, Rogers) Los seres humanos son mas que un atado de patrones de estimulo y respuesta a de impulsos animales. Autorrealización
Consideración positiva Conserjería de adultos
1.6.2 Desarrollo de las Competencias Emocionales en la Escuela
Los alumnos que poseen trastornos de exteriorización, como desórdenes de la conducta, los cuales incluyen a menudo dificultades para manejar la rabia, la irritabilidad y una falta de afiliación con otras personas, y aquellos con trastornos de interiorización, particularmente depresión y ansiedad, presentan déficit en la inhibición de la agresión y un exceso de focalización interna de la tristeza y/o de la culpa, como muestra de sus dificultades para regular sus emociones. Estos alumnos generalmente muestran un uso inadecuado o disfuncional de sus habilidades emocionales.
La competencia emocional y social es la habilidad para comprender, manejar y expresar los aspectos emocionales de nuestra propia vida de tal manera que seamos capaces de manejar las tareas cotidianas como el aprender, el establecer relaciones interpersonales y sociales, resolver los problemas de cada día y adaptarnos a las complejas demandas del crecimiento y del desarrollo. Incluye varios aspectos tanto de la comprensión y de la expresión emocional como del manejo de la experiencia emocional interna y de la conducta expresiva.
La competencia en la expresión emocional incluye el uso apropiado y correcto de la expresión facial. La competencia en el aprecio emocional incluye el reconocimiento y la comprensión tanto de la expresión corporal como de la experiencia emocional interna y la de los demás y una correcta apreciación de aspectos emocionales relevantes en el contexto social.
Los alumnos que poseen una alta competencia emocional conocen tanto sus emociones como las de los demás; las expresan en forma adecuada y pueden controlarlas durante sus actividades cognitivas y sociales de manera tal que les facilitan la ejecución de dichas actividades. Por lo tanto, la fortaleza y la debilidad en competencia emocional en los estudiantes puede predecir su éxito en las interacciones sociales y en otros ámbitos tales como el rendimiento escolar, particularmente cuando las circunstancias requieren el manejo de las emociones y/o adecuadas relaciones sociales.
Muchos investigadores actualmente creen que para contar con el rendimiento cognitivo en su total potencial es necesario considerar conjuntamente los aspectos emocionales, motivacionales y volutivas del pensamiento.
Las alteraciones en las habilidades sociales, inseparables del desarrollo emocional, afectan la conducta y el aprendizaje en la escuela, lo que se traduce en bajo rendimiento y riesgo de fracaso y de deserción. Cada vez se otorga mayor importancia a una gestión eficaz a través del sistema educacional para que se produzca el éxito académico y social del estudiante, considerando que el buen rendimiento es un factor fundamental en la permanencia de los alumnos en la escuela.
La naturaleza del trabajo académico es fundamental en el proceso de escolarización e incluye tanto el diseño de la instrucción como el contenido del currículo. Una instrucción pobremente diseñada puede reforzar ciclos de fracaso en alumnos que necesitan especialmente de enseñanzas bien estructuradas, e instrucciones explícitas y certeras para poder tener éxito en el aprendizaje. Dentro de este grupo están incluidos los alumnos con una historia escolar de bajo rendimiento, y aquellos con problemas para aprender por déficit en la memoria inmediata, lenguaje, atención, alteraciones emocionales, conductuales, etc.
Dado que la relaciones interpersonales y sociales positivas son un factor importante para la permanencia de los estudiantes en la escuela, aunque tengan dificultades en sus vidas, hace necesario que tanto docentes como alumnos aprendan a convivir en la comunidad educativa, tanto con aquellos con éxito social y académico como con los que presentan problemas en su rendimiento y en sus relaciones interpersonales y sociales.
La debilidad en la competencia emocional es en parte responsable de la intolerancia, la discriminación y la falta de apoyo que afecta a muchos estudiantes en la escuela. Cada vez con mayor frecuencia se observan en algunos estudiantes signos claros de alteraciones emocionales provocados por las exigencias de la vida cotidiana. En las escuelas, la conducta disruptiva y la agresividad emergen de manera sorprendente, tanto por su complejidad como por su heterogeneidad, ya que aun bajo tratamiento, los niños y adolescentes con alteraciones emocionales no experimentan el mismo patrón o intensidad de la sintomatología; las reacciones pueden variar en cuanto a la duración, persistencia y fluctuación a lo largo del tiempo.
Solo la comprensión de estas alteraciones y el desarrollo de una alta competencia emocional en los integrantes de la comunidad educativa, vale decir, que tanto docentes como alumnos aprendan a conocer tanto sus emociones como la de los demás, expresarlas en forma adecuada y poder controlarlas durante las actividades cognitivas y sociales de modo que las favorezcan, pueden constituir una gran ayuda para la convivencia satisfactoria en la institución escolar. La regulación de las emociones comprende el más complejo grupo de competencias: el manejo de las expresiones emocionales en uno mismo y en otros, el manejo de los estados emocionales internos y el uso de la emoción en la planificación y en la ejecución de planes.
1.6.3. Criterios de Exclusión en los Casos de Trastornos de Aprendizajes
Otra cuestión que suele ser motivo de preocupación con respecto a la definición de los trastornos del aprendizaje está relacionada con la exclusión de aquellos niños cuyos problemas de aprendizaje se deben fundamentalmente a ciertas discapacidades sensoriales y motoras, alteraciones emocionales o una situación de desventaja sociocultural. El grado de discapacidad necesario para dicha exclusión es discutible. Así mismo, no siempre resulta fácil determinar cual es el trastorno primario. Así pues, con relación a los problemas de aprendizaje las alteraciones emocionales pueden ser trastornos primarios o secundarios. Se ha prestado especial intereses a la exclusión de niños que se encuentran en un entorno ambiental desfavorable.
"Lógicamente, puede considerarse que estos niños están discapacitados para al aprendizaje siempre y cuando los déficit en los procesos psicológicos sean el trastorno primario. No obstante, esta distinción es difícil de establecer y, por tanto, es difícil distinguir entre algunos casos de TA y la existencia de un rendimiento insuficiente debido a otro tipo de causas, como por ejemplo la falta de motivación".
PAPEL DEL DOCENTE ANTE EL MALTRATO INFANTIL
El maltrato infantil es un problema que tiende a permanecer oculto en el ambiente familiar. A diferencia de otros problemas sociales en que las personas afectadas acuden en busca de ayuda profesionalizada, en las situaciones de maltrato infantil los niños/as maltratados no solicitan ayuda, ni los padres y madres que maltratan, reclaman una intervención externa que les permita abandonar ese tipo de conductas.
Además de existir razones sociales y éticas que nos hacen responsables a todos los ciudadanos en la protección infantil existen razones legales que establecen el deber y la obligación que tiene cualquier persona y especialmente los profesionales de detectar y comunicar cualquier situación que afecte al bienestar infantil.
El docente, con el contacto directo del día a día, los conocimientos y los cuidados que proporciona a los niñas y niñas, está en una posición privilegiada para detectar y ayudar a quienes sufren maltrato,siendo una pieza clave en la prevención y detección del mismo, sin olvidar el importante papel que puede jugar en algunos aspectos de la intervención.
El docente puede observar, comparar y diferenciar al niño que tiene un comportamiento y desarrollo adecuado a su edad del que no lo tiene.
Los niños maltratados además suelen llamar la atención por diversos medios:
• Contándolo directamente.
• Diciéndolo a otra persona.
• A través de su comportamiento (agresivo, amenazante, destructivo...). A través de su rendimiento escolar debido a sus, muchas veces, limitadas capacidades de aprender.
• A través de la observación de lesiones frecuentes.
A través de la observación sistemática del niño en diferentes momentos podremos percibir y reconocer los indicadores que te permitan valorar la sospecha o la existencia de una situación de riesgo o maltrato.
Además de observar podemos informarnos sobre el entorno y la situación familiar y social del niño.
INTERVENCIÓN EN LA ESCUELA LAS CONSECUENCIAS DEL MALTRATO INFANTIL
La mayoría de los niños maltratados suelen presentar consecuencias psicosociales, sea cual sea la forma de malos tratos que reciben.las áreas que suelen resultar dañadas en niños maltratados son:
tendencia a presentar problemas de comportamiento:
• Agresiones a los compañeros.
• Agresivo en la propia casa.
• Percibido por los profesores como más difícil de tratar, más inmaduro.
• Más violento y con mayores posibilidades de cometer delitos antisociales en la adolescencia y juventud.
tendencia a presentar trstornos en el dasarrollo de las relaciones sociales e interpersonales:
• Vinculación insegura con el cuidador.
• Déficit en el comportamiento prosocial.
• Menos habilidades empáticas y sensibilidad social.
• Escasa interacción con los compañeros.
• Baja autoestima y expectativas negativas sobre el futuro.
• Problemas en juicios sociales y desarrollo cognitivo.
• Escasas habilidades evolutivas en habla y lenguaje.
• Escasas puntuaciones en test de rendimiento, en C.I.
• Bajas calificaciones escolares.
• Deficiencia en la concepción de las normas morales.

El maltrato infantil es capaz de modificar los genes de las víctimas
El abuso cambia la expresión de un gen relevante que controla la respuesta al estrés.
El trabajo señala las razones genéticas que elevan el riesgo de suicidio.


Los factores genéticos juegan un papel fundamental en el desarrollo de enfermedades neurosiquiátricas, como la esquizofrenia o el autismo. Sin embargo, en contadas ocasiones existen agentes sicosociales capaces de “modificar” el genoma humano.
Investigadores canadienses acaban de publicar un trabajo en la revista Nature Neuroscience que constata esta realidad al demostrar por primera vez que las personas que acaban cometiendo suicidio y que han sido víctimas de malos tratos en la infancia presentan a largo plazo cambios en la expresión de un gen, el NR3C1.
Patrick O McGoman, del Instituto de Salud Mental de Canadá y autor principal de la investigación, ha llevado a cabo un análisis con muestras cerebrales del hipocampo de 12 víctimas de suicidio que no tenían historial de malos tratos en la infancia y de otras 12 que, por el contrario, sí habían sufrido abusos y que también se quitaron la vida.
Asimismo, se analizó tejido de otras tantas personas fallecidas por accidentes o de forma súbita, libres de abusos y que ejercieron de grupo control.

El maltrato infantil puede modificar los genes.
“Los estudios en modelos animales de ratas y de primates han constatado que los cuidados maternales influyen en el eje hipotalámico-hipofisiario-adrenal (HPA) a través de la programación epigenética de la expresión de los receptores glucocorticoideos (hormonas que regulan el metabolismo y la resistencia al estrés)”, señalan los autores.
Según explican los expertos, en humanos, la vivencia de abusos en la niñez altera este eje HPA y se relaciona con un aumento del riesgo de múltiples formas de sicopatología. De hecho, hay evidencias de que la disminución en el hipocampo de la expresión genética de dichos receptores se asocia al suicidio, la esquizofrenia y los trastornos del ánimo.
Concretamente, los científicos examinaron cómo se expresa el gen NR3C1 que codifica el receptor de glucocorticoides.
Este tipo de hallazgo podría encaminar las investigaciones para tratar de modificar la expresión de este gen con el fin de modificar así las conductas suicidas.
Los investigadores canadienses puntualizan, además, “que los datos sugieren que la transmisión de padres a hijos de la vulnerabilidad a sufrir depresión puede ocurrir en parte por la modificación epigenética de las regiones genómicas que están implicadas en la regulación de la respuesta al estrés”.

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